¿Cambias de rutina de entrenamiento y de ejercicios cada poco tiempo? ¿Cuando ves subir la báscula o bajar demasiado, claudicas y cambias de objetivo? ¿Tu entrenamiento dista mucho de estar bien planificado y orientado a la consecución de tus objetivos? ¿Entrenas y comes «adecuadamente» de lunes a viernes, pero los fines de semana te tomas la libertad de saltarte la «dieta»? ¿Descansas lo suficiente por la noche, pero cada fin de semana trasnochas? ¿Te esfuerzas lo suficiente en los entrenamientos?
¿Te suena? ¿Te lo has planteado alguna vez?
Parece demasiado obvio, pero a veces la simplicidad es la mayor sofisticación.
¿Qué hay que hacer para conseguir resultados?
Vamos al grano.
Empieza por escoger unos ejercicios que te vayan bien, mejóralos técnicamente y progresa en ellos. No es necesario que sea cada semana, pero sí debe existir una tendencia alcista a largo plazo. Debes aplicarlo independientemente de si tu objetivo es la ganancia de masa muscular o la pérdida de grasa.
Mejora tu rendimiento
No cambies las cosas constantemente, a veces puede estar justificado cambiar de entrenamiento o de ejercicios, pero por norma general será mejor mantenerlos. Cuando cambiamos un ejercicio tenemos que pasar por un periodo de mejora técnica y de adquisición de patrones motores, lo cual no necesariamente se materializará en mejoras a pesar de que cada semana mejores las marcas. Si eres un 0 a la izquierda es normal que mejores tu rendimiento, pero eso no te será útil siempre.
Grado de esfuerzo
Esfuérzate mucho. Suena demasiado simple, pero durante todos estos años de experiencia preparando a todo tipo de personas, he percibido que pocos son capaces de entrenar con la intensidad suficiente. La capacidad de esforzarse se entrena también, y si intentas evitar el sufrimiento, entonces quizá nunca consigas los resultados que buscas. Y no digo que no sea necesario programar la intensidad y no entrenar siempre al 100%, pero muy a menudo se infraestima el grado de esfuerzo prescrito.
Estoy seguro de que muchos de los «fracasos» que he tenido con algunos clientes (sí, no siempre sale todo bien) han sido precisamente por falta de esfuerzo. Y con este comentario no quiero colgarme ninguna medallita, pero existe evidencia de que cualquier entrenamiento, aunque no sea el más óptimo e individualizado, produce resultados si el grado de esfuerzo es alto.
Compromiso
Debes comprometerte. Sé que también suena obvio, pero si haces mil cosas durante el día, no estarás dando prioridad a nada. Mejorar tu rendimiento o estéticamente requiere compromiso. No tienes que pasarte horas y horas entrenando, pero te aseguro que entrenando dos días a la semana con hábitos mediocres y una alimentación y descanso cuestionables, no se consigue absolutamente nada. Busca un equilibrio, pero comprométete a cambiar tus hábitos y a dedicarle el tiempo que merece.
El compromiso es sinónimo de cambio de hábitos, mejora tu descanso y controla el estrés también.
Sé constante
Te mentiría si te dijera que se pueden conseguir resultados en poco tiempo. Además del grado de esfuerzo, la mayor parte de personas fracasan por falta de constancia. Quizá al principio no estés consiguiendo los resultados que buscas, pero te aseguro que antes o después llegan. No esperes fórmulas mágicas ni te frustres porque otras personas consigan más resultados que tú. Cada persona progresa a un ritmo totalmente diferente, y el aspecto genético es algo que no está bajo nuestro control.
La simplicidad es la mayor sofisticación
A veces invertimos nuestro esfuerzo en nimiedades cuando lo más elemental nos brinda el 80% de los resultados. No caigas en la trampa.